martes, 8 de noviembre de 2011

Is this real?

Para siempre.
Hoy en día ni la mitad de personas que dicen esa corta frase entienden su significado tan bien como yo lo hago. Tal y como debe de ser. Porque para siempre es mucho tiempo, es el resto de una vida juntos, es pasar cada día y cada noche pendiente de la persona que más amas. Yo no sé que me ha pasado contigo, amor. Pero sé que desde hace dos dias no hay tarde ni noche que no llore por vos, no hay día que me arrepienta de no estar a tu lado, de no haberte conocido años antes, para poder vivir mil aventuras contigo.
No hay día que no piense en el futuro, en lo que nos depara.
No hay noche que no sueñe con vos, abrazándome, y riendo, riéndote del mundo por haber querido separarnos, riéndote de todo lo que sufrimos. Porque con un suspiro de tus labios, un leve susurro, me confirmaste lo que yo más ansiaba, aquella frase por la que mataría, por la que daría todo lo que tengo. Y sabes que es cierto. Aquel pronunciar, que dijo: "No hay porque temer a la oscuridad. No hay porque tenerle miedo a lo desconocido. No hay porque llorar nunca más, porque a ninguna parte me voy a marchar"
Justo cuando creí que todo lo conocido se hacía realidad, cuando pensé que el susurro de tus palabras no era una expresión de mi egoísmo tal, justo en el momento en el que me ibas a besar... el despertador sonó y me hizo volver a la realidad, con mis miedos, mis llantos, y mi futuro y tenue olvido, sin vos a mi lado.

sábado, 5 de noviembre de 2011

El olor de una vida

Una mañana como otra cualquiera, sentada en mi silla, leyendo comentarios de gente que a tu lado son pequeñas particulas de polvo, estudiando cosas que junto a ti, son las más insignificantes del mundo. Cansada, pues, de las mañana madrugadoras, de las horas sentada en una silla memorizando palabras que no servirían de nada. Por un momento, cansada de la biología, apoye mi cabeza sobre mi mano derecha, en señal de agotamiento, pero no podía imaginar las sensaciones que iban a cruzar mi cabeza transcurridos un par de segundos.
Por un instante sentí oler tu perfume, tu olor, el olor que quiero recordar por muchísimo tiempo, con el que quiero vivir mi y un aventuras. Un olor tan familiar que me hizo sonreir al instante. Pero desapareció.
Buscando, quizás, un pigmento más de ese olor por mi habitación, miré mi mano, la cual tiene pintado esos rectángulos tan significativos que soy incapaz de verlos sin acordarme de vos. Sin recordar todo lo vivido. Sin experimentar una pizca de amor en mis sentidos.
Quise recordar, pero no pude. Quise imaginar, pero no lo hice. Quise poder buscarle un porqué a todo esto, pero cuando casi lo logré volví a oler mi muñeca, en la cual, horas antes, habías dejado una pequeña gota de tu perfume sobre ella, que aún olia a ti. Y sonreí. Sonreí por ese momento de felicidad cada vez que me besas, por esas miradas, esas palabras que me echas. Por ese olor... el olor que quiero que sea el olor de toda una vida.